Escrito
por José Villar Crespo
Los orígenes que dieron lugar a ésta
fábrica de harinas tenemos que situarlo en la primera década del
siglo veinte en lo que se llamaba “Molino Alto” que estaba
en el margen derecho del rio Guadalquivir próximo al cortijo de
Santa Ana, en éste molino se producia harina por el sistema
tradicional, es decir rulos de piedra accionados por la fuerza de la
corriente del rio. Al frente de éste molino estaban Juan Francisco
Montiel, Juan Malo e Ildefonso Villar tres socios industriales de
nuestro pueblo y que deciden modernizar su negocio para lo cual
trasladan su actividad a Torreperogil y en unos terrenos de la calle
África deciden instalar lo que todos hemos conocido como fábrica
de harinas.
Esta fábrica se monta a principio de
los años veinte, y la misma contaba con dos lineas de producción
una por el sistema tradicional de rulos de piedra, y otra línea por
el sistema “BUHLER” un sistema de fabricación y patente
Suiza, y que producia la harina mediante cilindros, ésta nueva linea
de fabricación permitia más capacidad de producción, así como
sacar un producto de más calidad, el sistema “BUHLER” es
el que se emplea en las actuales fábricas de harinas.
En el año 1934 estos socios venden la
fábrica de harinas a D. Enrique Zárate el cual elimina el molino de
rulos de piedra, e incorpora dos líneas de producción más del
sistema “BUHLER” y también se amplía y se moderniza la
zona de cernidos. La producción de harina así como las de los
subproductos de salvado y harinilla, principalmente se vendian en
los negocios de Torreperogil.
En el año 1955 se hace una gran
reforma y ampliación de la Fábrica y se empiezan a vender estos
productos no solo en Torreperogil yá que los mismos también se
distribuian en los pueblos limítrofes de Peal de Becerro, Huesa,
Quesada, Santo Tomé, Puente de la Cerrada, El Molar. Villacarrillo
etc.etc.
A partir de ésta fecha de ampliación
y hasta el año 1974 fecha de su cierre definitivo, la producción
diaria estaba sobre 8000 kilos de harina más los correspondientes a
los subproductos, se trabajaba en dos turnos diarios, y daba empleo a
más de diez personas de puestos directos, como otros tantos de
puestos indirectos.
Decir que la harina que se fabricaba
estaba muy apreciada pués tenia una excelente calidad, y todo ello
se hacia posible gracias a un buén equipo de profesionales,
dirigidos por el Maestro Andrés Rosales que estuvo al
frente de la fábrica hasta el año 1968 que se jubiló, tomando el
testigo su hijo Juan hasta el cierre de la misma.
Dentro del equipo humano que componia esta industria hay que hacer una mención muy especial para Alfonso Cobo Martín gerente de esta Fábrica asi como la del aceite, muy buén gestor y mejor persona, y que en fechas aún recientes nos dejó pero que los que le tratamos y conocimos guardamos un buen recuerdo de este extraordinario hombre tanto en lo profesional como en lo humano.
En el año 1974 y mediante una fuerte
reestructuración del sector de fábricas de harinas, y del Servicio
Nacional de Cereales, algunas fábricas se acogieron a este
cierre, otras permanecieron trabajando y ésta emblemática fábrica
de Torreperogil, su propietario opta por lo más sencillo como fué
su cierre definitivo después de recibir una sustanciosa
indemnización.
Los trabajadores recibieron también su
correspondiente indemnización que les pagó directamente el
Servicio Nacional de Cereales, pero como siempre cuando se
produce un cierre de cualquier actividad, quién sale perdiendo
siempre es la parte más débil en éste caso los trabajadores.
Hasta los años 70 toda la producción
de trigo y de cereales se controlaba mediante el Servicio Nacional
de Cereales organismo del Estado, y que mediante almacenes o
“silos” puestos al efecto, buena prueba de ello es el
magnifico edificio que tenemos en Torreperogil, y que está
junto al campo de futbol, y en el que actualmente está el gimnasio.
En éste “silo” todos los
agricultores tenian la obligación de entregar toda la producción de
trigo, en éste organismo que a su vez establecia el precio del
trigo así como su correspondiénte pago y tenia el control de algo
tan importante, y que era básico para poder fabricar la harina, y
con la misma el pan, alimento indispensable para paliar las muchas
necesidades de las familias.
Hasta principios de los años 50 en que
todos los alimentos básicos estaban “racionados”
existia lo que se llamaba la “Maquila” que consistia en
entregar al agricultor una parte del trigo que habia llevado al
“silo” en harina y subproductos de la misma, en la proporción
que le correspondia y estableciendo varios parámetros y sobre todo
la relación de la unidad familiar del agricultor, de esta forma el
agricultor se aseguraba para todo el año la preciada harina,
alimento imprescindible en aquellos años de penalidades y de
injusticias.
En los terrenos donde se ubicaba ésta
fábrica también existía una fábrica de aceites que hasta hace
unos dos años ha estado molturando aceituna, y que se ha trasladado
fuera del pueblo para mayor comodidad de vecinos y usuarios, estos
terrenos que se encuentran en el centro del pueblo y que ocupan una
extensión de más de 7.000 metros cuadrados , en el PGOU (Plan
General de Ordenación Urbana) aprobado en el año 2.007
y con un buén critério nuestro Ayuntamiento incluyó en éste plan
y dentro de las cesiones que en su momento se tengan que realizar,
está lo que es el edificio de la Fábrica de Harinas que
afortunadamente se ha salvado de la “piqueta” y que
cuando estos terrenos se urbanicen pasarán a ser propiedad del
Ayuntamiénto.
Una vez en manos del Ayuntamiento en el mismo se
podrá instalar un museo o centro de interpretación de la
fabricación de la harina si así lo decidiera en su momento nuestro
Ayuntamiénto. Y una vez rehabilitado éste edificio puedan
contemplarlo parte de las generaciones actuales, así como las
futuras de lo que fué ésta emblemática Fábrica de harinas y que
yá ha pasado a formar parte de la historia de Torreperogil.
Vista de parte de la maquinaria de cernido que se conserva en el edificio de la fábrica. |
otra vista de la maquinaria que existe actualmente y que en su dia formará parte del centro de interpretación o museo de lo que fué esta fábrica. |
Vista exterior del edificio que será cedido en su momento al Ayuntamiento. |
Vista exterior del edificio de la fabrica en su zona de carga. |
Hola Pepe. Soy el nieto de Alfonso Cobo Martín. Mi padre me ha llevado hasta tu blog. Quería agradecerte las palabras que dedicas a mi abuelo, muy querido por todos nosotros. Yo me llamo igual que él. En esta fábrica yo di mis primeros pasos. Guardo un muy buen recuerdo de ella, infantil, ingenuo e inocente. Un abrazo y gracias de nuevo por recordarlo.
ResponderEliminarBuenas José, soy Teresa MArtínez Muñoz, paisana de Torreperogil y estudiante de Arqueología en la Universidad de Granada. Quisiera agradecerle la labor que realiza de recopilación histórica de nuestro pueblo y de la publicación de sus conocimientos.
ResponderEliminarEl presente documento me ha servido para realizar un trabajo sobre el amplio Patrimonio del que afortunadamente podemos disfrutar.
Ha sido citado en dicho trabajo y su blog aparece en las referencias bibliográficas del mismo, como merece su reconocida labor.
Nuevamente gracias por compartir esta información, ya que es de innegable utilidad para la comunidad de interesado/as en el temas de Historia y Arqueología.
Un saludo!
Soy hijo de Felipe rosales del barco mi padre y mi madre encarnacion vivian en la fabrica y yo juan rosales navarro he nacido en la fabrica
ResponderEliminarYo soy Ginesa, nacida en Torreperogil en 1955, mi madre trabajó para el Sr.Enrique Zarate segun me explica, que aunque tiene 93 recuerda historias de su juventud en su pueblo....
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