martes, 11 de diciembre de 2012

D. Manuel Zurita Cabello "Manolito"

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PERSONAJES QUE HICIERON HISTORIA EN TORREPEROGIL

Escrito por José Villar Crespo

Sirvan estas líneas para reivindicar de alguna manera a ciertos personajes que en un momento determinado formaron parte de nuestra historia reciente, y que desarrollaron una labor muy grande en algo tan importante como la alfabetización y la enseñanza.

Este fué el caso de D.Manuel Zurita Cabello y al que todo el mundo lo conocia cariñosamente por “Manolito”. Y que nosotros le seguiremos llamando por este apelativo.

Haciendo historia de “Manolito” nace el año 1.917 en Córdoba y muere en Barcelona a finales de los años 70.

Licenciado en Derecho ingresa en el cuerpo jurídico del Ejército y empieza su actividad militar con el grado de Teniente, su paso por el ejército le creó bastantes problemas puesto que estamos hablando de finales de los años 40 y en plena dictadura franquista “Manolito” a pesar de formar parte del mismo ejército y dada su naturaleza de hombre justo no podia permitir los abusos que se cometian dentro del ejército hasta el punto que su salida del ejército fué motivada, por la defensa que hizo en un Consejo de Guerra de dos presos políticos, condenados a la máxima pena y que gracias a la defensa que hizo de los mismos, les fué conmutada la misma, a partir de ese momento siente el desprecio de compañeros y empieza a ser una persona no grata para el estamento militar, y al final decide abandonar el mismo.

Desde ese momento “Manolito” cuelga el uniforme miltar, y se enfunda en el tradicional “mono azul” prenda de trabajo de los obreros, y jamás abandonaria ese atuendo tanto en verano como en invierno, y lo mismo en dias de trabajo que en dias festivos siempre se le veia por todas partes con su”mono azul,”

Despues de su salida del ejército llega Torreperogil a mediados de los años 50 y empieza a trabajar en las obras del famoso ferrocarril Baeza-Utiel y que por aquellos años teniamos ilusión todos los “torreños” de poder contar en nuestro pueblo con una estación y ver pasar el tren por nuestros campos, pero nuestra ilusión se malogró y nos quedamos con la estación, los tuneles y practicamente todo terminado, y todo quedó en el olvido después de grandes inversiones y de grandes esfuerzos.
Después de un tiempo de trabajo intenso en las obras del ferrocarril, las mismas se paralizan dejando a todos los trabajadores en paro, y a los trabajadores sin recibir la correspondiente liquidación y finiquito de sus salarios, en aquel momento “Manolito” se hace cargo preparando una demanda en los tribunales laborales y dicha demanda se gana en favor de los trabajadores y al final los mismos reciben su correspondiente finiquito.

A partir de ese momento decide “Manolito” poner una Escuela para enseñar sobre todo a personas adultas, que no habian tenido la oportunidad de asistir a las Escuelas Públicas, porque en la mayoria de los casos, y debido a las penurias que existian en muchas familias tenian que abandonar la Escuela para ponerse a trabajar, la mayoria de las veces este trabajo era a cambio de la manutención. Eran tiempos difíciles, tiempos de hambre, y tiempos de silencio.

Manolito” aparte de su formación jurídica tenia una gran cultura y decide poner la misma al servicio de los más débiles para transmitirles esos conocimientos, y darle la oportunidad que se les habia negado de acceder a la cultura y al conocimiénto.

La primer Ecuela la instala en la calle Prim, en la casa de Pablo “Pilocho” donde permaneció sobre un año, para trasladarse posteriormente a la calle Realejo y concretamente en la posada que existia en esta calle, donde hoy están los salones “Antoñito” y en una de las cuadras de la misma que no se utilizaba para los animales, es allí donde empieza a enseñar a los analfabetos a leer ,escribír, matemáticas y cultura en general, también daba clases a los nó analfabetos para que adquiriesen mayores conocimientos.
Por estas clases se cobraba el precio de una peseta o dos diarias, y habia quien pagaba estas clases en especie como me comentaba un alumno que su madre tenia un puesto de vino y el pago de la clase lo hacia mediante una pequeña botella de vino, y que “Manolito” la recibia con mucho cariño y agrado.

Con el importe de estas clases “Manolito” se ganaba la vida pagaba su estancia en la posada y del poco dinero que le sobraba y podia le enviaba a dos hijas que tenia.
Hacia finales de los años 60 se traslada a Barcelona donde encuentra trabajo como guarda en la construcción, hasta finales de los años 70 que fallece en ésta ciudad.

Las clases se daban en unas condiciones muy precarias, de falta de muebles y de lo más elemental para poder desarrollar la enseñanza como es debido, me han comentado alumnos que asistieron a ésta Escuela que tenian que dejar el poco material que tenian en los pesebres de la clase puesto que ésta estaba en una cuadra. A pesar de estas condiciones en estas clases ser respiraba un buén ambiente cultural, yá que el libro en el que leian los alumnos era ni más ni menos que el “Quijote” pués “Manolito” siempre estaba con un libro en las manos algo que inculcó a sus alumnos como el amor por la lectura, como base para el desarrollo de la persona.

Las clases normalmente se daban por la tarde y noche, cuando los alumnos terminaban su trabajo cotidiano y el poco tiémpo que disponian lo dedicaban a prepàrarse para salir del profundo analfabetismo que las circunstancias les habian deparado. Un porcentaje bastante alto de hombres de nuestro pueblo que rondan los 65 y hasta los más de 70 años pasaron por ésta Escuela de “Manolito”.
Con la llegada de la Democracia y las libertades a finales de los años 70, el Gobierno de la Junta de Andalucia, emprenden un progama de Escuelas de Adultos a fín de erradicar de una vez por todas el analfabetismo qu existia en nuestra tierra, y que hoy podemos decir con satisfación y orgullo que gracias a estas inciativas lo hemos conseguido.
Sirva esta pequeña historia de “Manolito” para homenajear a otras tantas personas que en sus casas también ejercian esta labor de enseñar a leer escribir y las cuatro reglas por muy poco dinero, pués en la mayoria de los casos se hacia por vocación y para servir a los demás, no he querido mencionar a ninguno por temor de olvidarme de alguno, pero que estas personas junto con “Manolito” prestaron en su momento una labor muy digna y muy importante como la de la enseñanza en nuestro pueblo, y que ya han pasado a formar parte de la historia de nuestro pueblo.
Como epílogo mí agradecimiénto a Juan Torres Redondo y Agustín Ruiz Moreno que fueron alumnos de la Escuela de “Manolito” ya que con sus aportaciones hemos podido escribir esta pequeña historia.
En esta foto en la parte de arriba y de derecha a izquierda podemos ver a Manuel Zurita "Manolito" con sus alumnos Diego Valero, Vicente Jurado y en la parte de abajo y por el mismo orden a Manuel Parrilla, Vicente Moraga y Alonso Hurtado.
















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